Hasta hace un año y medio, David Luiz (49,5 millones de euros) era el defensa más caro de la historia. El PSG había pagado esta cantidad al Chelsea por su traspaso en el verano de 2014. Durante los últimos 18 meses, el coste máximo de los defensas ha aumentado considerablemente.
Virgil van Dijk ha tenido un precio de 85 millones para el Liverpool, mientras el Manchester City ha superado la barrera marcada por David Luiz con cuatro futbolistas: Aymeric Laporte (70 millones), Benjamin Mendy (57), John Stones (56) y Kyle Walker (51).
Karol Csontó, representante de Milan Skriniar, defensa central del Inter de Milán, ha asegurado que el club italiano ha rechazado 65 millones por el traspaso del futbolista en el mercado de invierno.
Ni Skriniar ni los citados jugadores de Liverpool y Manchester City han contraído méritos para ser valorados como defensas de élite internacional. Los grandes traspasos ya no pertenecen exclusivamente a delanteros, extremos, mediapuntas y mediocentros, posiciones que tradicionalmente han ocupado los jugadores más desequilibrantes. La Premier League promueve un gasto disparatado por futbolistas simplemente prometedores en una línea que concede escasas oportunidades de brillar a nivel individual.