La hora de volver al fútbol de posición

La marcha de Neymar ha dejado un gran vacío en el FC Barcelona. Pero a la espera de encontrar a su sustituto, es el momento de replantearse recuperar el estilo de juego perdido en las últimas temporadas. Philippe Coutinho puede ser la clave del éxito.

Messi, Suárez y Neymar han formado estos tres años la mejor delantera del fútbol mundial. Nadie duda de la calidad de estos tres jugadores, temible para cualquier equipo, pero este ha acabado condicionando una pérdida de la identidad del equipo. El Barcelona, un equipo que se caracterizaba por el dominio del juego a través del balón, pasó a dominarlo en función del llamado tridente, o, lo que es lo mismo, de la verticalidad. En lugar de realizar posesiones largas, se optaba por transiciones rápidas para que la MSN resolviera los partidos. Y claro, eso genera innegablemente una dependencia. Una dependencia que puede costar muy cara.

Con la llegada de Coutinho, la vacante de Neymar quedaría cubierta por un futbolista que, en lugar de tener un perfil tan ofensivo, ayude a recuperar el fútbol de posición. Aunque el centrocampista brasileño actúa por la banda izquierda, no es un extremo al uso. Tiende a moverse por dentro, en la zona interior, del mismo modo que hace Messi. Ello sacrificaría los extremos, pero ¿cuándo han sido realmente necesarios? En su época dorada, los azulgranas jugaban con los laterales como extremos. Si se cubre bien la zona central, que los laterales suban no es un suicidio táctico.

El centro del campo estaría formado por Busquets, Rakitic e Iniesta como trivote y con Coutinho y Messi por delante como mediapuntas. Las bandas serían para las subidas de Semedo y Alba, y en punta quedaría Suárez como única referencia.

Tres años después, el FC Barcelona tiene la oportunidad de poner fin a su dependencia ofensiva y recuperar el juego de posición. Y la solución pasa únicamente por el centro del campo.