El Manchester United ha empatado a un gol ante el Wolverhampton en Old Trafford. Tras este resultado, el equipo de Jose Mourinho se sitúa a ocho puntos del Liverpool, líder provisional de la Premier League. El Chelsea alcanzará al equipo de Jürgen Klopp si derrota al West Ham este domingo.
El United mantiene las virtudes y los defectos habituales en los equipos de Mourinho. Es un bloque físicamente poderoso, especialmente dañino al contraataque y en acciones a balón parado. Sin embargo, las carencias del United en la creación del juego son considerables, como ya se apreció la pasada temporada.
El conjunto de Manchester echa en falta la figura de un mediocentro organizador de primer nivel. Ander Herrera, actualmente lesionado, tiene un rol secundario, mientras Fred todavía no ha acreditado las cualidades por las que el club inglés pagó 60 millones este verano.
Paul Pogba y Marouane Felliani son dos centrocampistas de perfil ‘mourinhista’. Físicamente poderosos y con llegada al área rival, pero el United necesita una propuesta futbolística diferente para lograr unos resultados acordes con su historia y repercusión mundial. Una propuesta que requiere una evolución de Mourinho, o simplemente, un nuevo líder en el banquillo.